domingo, 27 de mayo de 2018

Una isla llamada Silencio



 L.J. Pruneda


Silencio

¿Qué es el silencio?

¿Qué queremos decir cuando nos callamos?

¿Qué significa tu silencio?

Una y cien veces me hago estas preguntas y me ahogo en un manantial de interrogantes sin respuestas.



Resultado de imagen de Una isla llamada silencioMuchas veces ese silencio es solo una mudez buscada con la intención de proporcionar un mínimo de estabilidad a nuestras vidas, una seguridad que no siempre sentimos. Un espacio sin novedades que nos permite disfrutar de un instante de paz,  y así albergar una necesitada dosis de reflexión y equilibrio.



Cuando advierto tú silencio, éste me agita por dentro y llena mi alma de irreflexiva angustia. Me asfixio en un lago de palabras carentes de sonido.



El silencio cotidiano me envuelve, me protege y me permite tener presente la realidad. Las ideas parecen fluir de forma natural. La mente se torna  creativa, me arropa creando un halo de moderación interior.



Tu silencio, ese mutismo que maldigo, origina en mí un vacío que desangra mi interior. Y entonces te echo de menos, y ahogo todas mis miserias en una piscina de soledad, y grito tu nombre esperando oír tu respuesta, y una y mil veces me siento vencido, vencido por tu silencio.

Miro con nostalgia el paisaje en busca de perpetuar tu mirada sobre el tapiz verde de la hierba. Me baño bajo una llovizna de estrellas que un día fueron espectadoras privilegiadas de nuestro amor. Tu callada se convierte en una noche fría y oscura de invierno.

Me recojo, mendigo sentirme protegido,  mi corazón no consigue respirar ante tu abandono,



Silencio. Sí, en él me pierdo en busca de la intimidad de mis días, él es quien me preserva y colma de cordura. Cordura que luego pierdo a los pies de tu mutismo.

Busco una llamada, un gesto, un guiño que me permita soñar con tu excitante piel y el secreto de tus palabras. Palabras que han quedado ahogadas en la soledad del olvido.  Sí, tu silencio que un día más me sobrecoge y atormenta.



Silencio.

Me refiero a esa ausencia de palabras que fueron cómplices de nuestro amor invadiendo nuestras vidas de significado. Silencio que se transformaba en conversación con el tacto de nuestra piel, con el sabor de tus labios, con el brillo de tus ojos, y que ahora, se ha convertido en un fanático puñal, que atraviesa y urde en mis entrañas hasta permitir que se desangre de soledad mi corazón.

Tu silencio que me ha convertido en un náufrago dentro de la propia isla de mi vida, y en los momentos de lucidez me ayuda a reflexionar una y otra vez sobre las mismas dudas…



¿Qué es el silencio?

¿Qué significa tu silencio?



No estás, y si estás no respondes. Te sumerges en un baño de espumoso silencio con aroma a olvido, y es ese maldito silencio el que me atrapa, me abofetea, me envuelve y arrebata todo ensueño, arrojándome sin piedad al fuego abrasador de mis ideas.



Escucho totalmente quieto y entonces lo veo, lo palpo, lo siento… ese ahogado silencio que añoro y al que doy cobijo construyendo castillos y fuegos de artificio que estalla con los colores del reflejo de  la  ilusión, albergando ideas y esperanzas de momentos pasados a tu lado.



Tu silencio.

Vacío y dolor.

Mar de lágrimas saladas que empapa mi alma.

Sangre y fuego que calcina mi corazón.



Silencio.

Vacío rotundo de ti, vacío que exige un espacio para recuperar mis días de tu inexorable ausencia.

¡Eso es!... Tu ausencia.

Tu ausencia me llena de silencio.

El silencio que me ayuda a sobrellevar tu ausencia.





miércoles, 23 de mayo de 2018

Síndrome del cuidador: el daño colateral de ayudar

  Sara Clemente
Mujer agotada por el síndrome del cuidador¿Cómo sería tener un trabajo que nos ocupa las 24 horas del día? 
Nada más lejos de la realidad. Este es el caso de no pocos adultos que se ven obligadas a desempeñar el rol de cuidadores de otra persona que se encuentra en situación de dependencia. Pero, cuidado, porque este nuevo papel, bajo unas determinadas circunstancias, puede dar lugar al conocido como síndrome del cuidador.
La constante atención que ha de prestar la persona sana a la dependiente puede generarle episodios de estrés de distinta intensidad. Este es uno de los principales pilares de este síndrome, un daño colateral de la prestación de ayuda de manera continuada.
Es un trastorno que, aunque aún es poco conocido, presenta una sintomatología múltiple y consecuencias muy graves, tanto física como psicológicamente. Su cuadro clínico es parecido al del síndrome del burnout o del estrés laboral. El síndrome análogo en los trabajadores del sector de salud se denomina fatiga por compasión.

Cuidador – Dependiente

Manos de una persona adulta y una persona mayorEstas personas suelen tener a cargo de otras que necesitan de ayuda constante. Sobre todo aparece en adultos que han de cuidar a otros que tienen algún grado de alteración neurológica o psiquiátrica. Los pacientes con Alzheimer avanzado, por ejemplo, requieren de esta dedicación y supervisión continuada.
Por tanto, una de las principales características del síndrome del cuidador es el agotamiento en los dos planos, mental y físico, de estas personas. Tal es su extenuación, que sus capacidades físicas psicológicas y sociales se ven fuertemente afectadas. Además, si el cuidador y el cuidado conviven bajo el mismo techo, el desgaste generado es más rápido y mayor, ya que se vuelve mucho más complicado no trasformar la actividad de cuidar en el centro de la propia vida.

Rol impuesto

En términos generales, una persona no se convierte en cuidador de forma voluntaria. Así, en la gran mayoría de las ocasiones, ese rol suele venir impuesto o designado por las distintas circunstancias de cada persona o familia. Por ello, estos adultos se encuentran de pronto con un trabajo extra que surge de manera repentina y totalmente inesperada.
Algunas personas están muy preparadas para afrontar esta nueva situación y asumen con mayor naturalidad ese nuevo papel. Otras, no cuentan con tantos recursos y se ven sumidas, desde el principio, en un reto que consideran como inabordable, sintiéndose superadas. Ven su nuevo rol como una dificultad insoportable y muy cargante, como una cruz potencialmente agotadora. En ambos casos, el dependiente se convierte en el centro de su nueva vida y pasa a consumir la mayor parte de su tiempo y energía.
Nadie está preparado ni física ni psicológicamente, para vivir 24 horas al día con una persona que va deteriorándose progresivamente.

Cómo se va fraguando

Cuidar de alguien, sin descanso, o sin el descanso necesario, es un proceso de desgaste. Pero es aún más complicado si lleva aparejado el abandono de uno mismo. Lo normal es que en el proceso, el cuidador poco a poco va asumiendo las nuevas tareas que se le han asignado. Así, ha de generar una nueva rutina en la que la prioridad pasa a ser la persona que tiene a su cargo. Paulatinamente, deja de tener tiempo para ella misma, relega a un lado su independencia y se abandona.

Tiempo libre

Chica cuidando de su abuela
En su tiempo libre, va renunciando poco a poco sus aficiones. Disminuye el tiempo que dedica a las actividades de ocio y a conservar sus relaciones familiares. Además, va cerrando su círculo de amistades al ir pasando cada vez menos tiempo relacionándose. Así, puede llegar a aislarse por completo del mundo exterior.

Familia

En las relaciones familiares, fruto de la adhesión de un nuevo miembro en la familia nuclear, suelen surgen nuevos conflictos. La irascibilidad parece generalizarse a todos los habitantes de la casa y las discusiones aumentan. También se produce un nuevo reparto de tareas que no suele satisfacer a todos por igual.

Laboral

Respecto al trabajo, puede haber un incremento del absentismo laboral, dejación de funciones o incluso abandono del cargo. La situación económica, por tanto, puede volverse comprometida. Esto dispara exponencialmente el nivel de sobrecarga física y mental, ya acumulada per se por la nueva situación del cuidador.
Pero, lejos de menguar, esa presión y lucha continuada van aumentando día tras día. Por eso, a medida que se prolonga en el tiempo, más difícil se le hace al cuidador afrontar con frescura, ganas e ilusión ese rol adquirido. Comienza a producirse cansancio crónico, insomnio, además de cambios en el estado de ánimo. Esto da lugar a sentimientos profundos de tristeza, ansiedad y preocupación constantes.
En general, estos cambios que se producen en la vida del cuidador son variados y pueden afectar tanto a corto, como a medio y largo plazo.

De prolongarse… Aparece el síndrome del cuidador

El momento en que el cuidador se ve sumido en una rutina en la que no se presta atención, comienza a surgir el estrés, la angustia, la fatiga y el agotamiento. Y, por tanto, este es el caldo de cultivo para que surja el síndrome del cuidador. Además, aumenta su irritabilidad e impaciencia. Asimismo, provoca desmotivación, agobio, irascibilidad e incluso violencia.
Como consecuencia, se pueden generar una serie de actitudes y sentimientos negativos dirigidos a la persona dependiente. El cuidador puede sentir rechazo hacia este, lo que hace esencial que sea consciente de que debe protegerse. Por todo esto, vemos lo importante que es prevenir la aparición del síndrome del cuidador. No solamente porque afecte de manera negativa al cuidador, sino porque también puede menguar la calidad de vida de la persona dependiente. Por tanto, esta alteración tiene un doble efecto al que hay que ponerle remedio, empezando por la consulta a un profesional y la búsqueda de apoyo en las tareas de cuidado.



Pasar mucho tiempo solo cambia el cerebro

Un estudio con ratones demuestra que la soledad genera una sustancia química que vuelve más agresivo y temeroso.

solo-cerebroEl aislamiento social crónico tiene efectos graves sobre la salud mental en los mamíferos: suele asociarse con depresión y con el trastorno de estrés postraumático en los humanos, por ejemplo. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Cell y llevado a cabo por un equipo de investigadores de Caltech (EE. UU.) ha descubierto que el aislamiento social provoca, además, la acumulación de una sustancia química concreta en el cerebro, y que al bloquear esta sustancia química se eliminan los efectos negativos del aislamiento, lo que podría tener aplicaciones potenciales para tratar trastornos de salud mental en los seres humanos.

El estudio, llevado a cabo con roedores, confirma y amplía observaciones previas, pues los experimentos demostraron que el aislamiento social prolongado
conduce a una amplia gama de cambios de comportamiento. Estos incluyen una mayor agresividad hacia ratones desconocidos, miedo persistente e hipersensibilidad a estímulos amenazantes.

Por ejemplo, cuando los ratones se encontraban con un estímulo amenazante, aquellos que habían sido aislados socialmente permanecían inmóviles, petrificados ante el miedo, mucho después de que la amenaza hubiera pasado, mientras que los ratones de control volvían a un estado normal poco después de que se eliminara la amenaza. Estos efectos se observaron con un aislamiento social de dos semanas, pero no con un aislamiento de 24 horas, lo que sugiere que los cambios observados en las respuestas de agresión y miedo requieren aislamiento crónico o aislamiento a largo plazo.

En un estudio previo de una mosca del género
Drosophila (mosca de la fruta), los expertos habían descubierto que un neuroquímico particular llamado taquiquinina (con estructura similar a los opiáceos) desempeña un papel crucial en la promoción de la agresión en las moscas aisladas socialmente. La taquicinina es un neuropéptido, una molécula de proteína corta que se libera de ciertas neuronas cuando se activan. Los neuropéptidos se unen a receptores específicos en otras neuronas, alterando sus propiedades fisiológicas y, por lo tanto, influyendo en la función del circuito neuronal.

Los cambios en el comportamiento se observaron tras dos semanas de aislamiento social 
 
Para investigar si el papel de la taquiquinina en el control de la agresión inducida por el aislamiento social podría conservarse evolutivamente de insectos a mamíferos, los científicos recurrieron a ratones de laboratorio. En ratones, el gen de taquiquinina Tac2 codifica un neuropéptido llamado neuroquinina B (NkB). Tac2 / NkB es producido por neuronas en regiones específicas del cerebro del ratón, como la amígdala y el hipotálamo, que están involucradas en el comportamiento emocional y social.

Los investigadores encontraron que el aislamiento crónico conducía a un aumento en la expresión del gen Tac2 y la producción de NkB en todo el cerebro.

12 alimentos contra el estrésSin embargo, la administración de un fármaco que bloquea químicamente los receptores específicos de NkB permitió a los ratones estresados comportarse normalmente, eliminando los efectos negativos del aislamiento social. Por el contrario, el aumento artificial de los niveles de Tac2 y la activación de las neuronas correspondientes en animales normales, no estresados los condujo a comportarse como animales angustiados y aislados.

Los investigadores también inhibieron la función de Tac2 y sus receptores en múltiples regiones cerebrales específicas. Descubrieron que la supresión del gen Tac2 en la amígdala eliminaba el aumento de los comportamientos de miedo, pero no de la agresión, mientras que, a la inversa, la supresión del gen en el hipotálamo eliminaba el aumento de la agresión pero no el miedo persistente.

"Este enfoque nos permitió comparar los efectos de diferentes manipulaciones de señalización Tac2 en la misma región del cerebro, así como comparar los efectos de la misma manipulación en diferentes regiones del cerebro", aclara David J. Anderson, coautor del trabajo.

Aunque el experimento se llevó a cabo en ratones, tiene implicaciones potenciales para comprender cómo el estrés crónico afecta a los humanos.

"
Los humanos tienen un sistema de señalización Tac2 análogo, lo que implica posibles traducciones clínicas de este trabajo", dice Moriel Zelikowsky, líder del estudio.

Referencia: "The Neuropeptide Tac2 Controls a Distributed Brain State Induced by Chronic Social Isolation Stress"Cell (2018). 

Crédito imagen: Maayan Harel

Por qué no deberías matar a las arañas de tu hogar

Estos animales no son agresivos y además acaban con otras plagas invasoras que pueden transportar y transmitir enfermedades.

ArañaPor lo general, a nadie le gusta compartir su vivienda con parásitos y otros animales no deseados. De hecho, casi se podría decir que acabar con ellos cuando se percibe su presencia es todo un acto reflejo. Sin embargo, puede que esta acción, considerada como técnica de defensa e higiene doméstica, sea en realidad un grave error. Matt Bertone, entomólogo por la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU), explica las consecuencias reales de este hecho y el impacto que supone.
También te puede interesar:

En todo el mundo existen aproximadamente unos 50.000 tipos de arañas distintas. Muchas de estas son de exterior pero también existe un amplio grupo que se refugia en interiores y espacios cerrados y además, no resultan un peligro para los humanos como muchas veces se teme. La realidad es que, a pesar de que no las detectemos a simple vista, en la mayoría de las viviendas se refugian estos pequeños inquilinos invertebrados. Algunos quedan accidentalmente atrapados y otros, en cambio, han elegido estratégicamente su hogar para instalarse y reproducirse. Según Bertone, estas (en su gran mayoría) no son ni agresivas ni peligrosas, y realizan funciones prácticas en el hogar, como por ejemplo devorar plagas que sí que causarían estragos en la casa e incluso atrapar otras arañas.

Las arañas que habitan en las casas no suelen ser agresivas ni peligrosas y además, protegen el hogar de otras plagas.  
 
El experto realizó un estudio en cincuenta hogares diferentes de Carolina del Norte para averiguar exactamente qué tipo de artrópodos viven bajo nuestro mismo techo. Según los resultados, las especies más comunes en las casas han sido las de telaraña irregular  (de la familia de las Theridiidae) y las de bodega (Pholcus phalangioides)

Las cosas más sucias que tocas cada día

Compañeros invisibles que protegen nuestro hogar

Las arañas son catalogadas especies depredadoras que se alimentan frecuentemente de plagas y otros bichos molestos muchos de ellos portadores de enfermedades nocivas para el humano, como los mosquitos.
Los dos tipos de arácnidos más frecuentes durante el estudio de Bertone se caracterizan por crear redes para poder atrapar entre estas a sus presas. La araña de bodega utiliza una estrategia añadida, pues en ocasiones finge ser ella la presa para sorprender a otras arañas y devorarlas.
Con ello, los expertos afirman que matar a las arañas del hogar sería un error, pues además de costarle la vida al insecto, estaríamos aumentando las posibilidades de supervivencia de otras especies que sí son nocivas.

Las arañas del hogar devoran otras plagas portadoras de enfermedades, como los mosquitos. 
 
Lo cierto, es que indiferentemente de su categoría, se ha demostrado que las arañas forman una parte importante de los ecosistemas. El entomólogo explica que las picaduras de araña son extremadamente raras y, dejando de lado las especies tropicales más venenosas, en pocos casos causan problemas importantes. Ante la fobia o el rechazo a la convivencia con estas criaturas en el hogar, Bertone recomienda capturarlas y liberarlas en un perímetro en el que nos sintamos seguros para evitar exterminarlas. “Pero si puedes soportarlo, está bien tener arañas en casa. De hecho, es normal. Y francamente, aunque no las veas, ellas estarán allí”, confiesa Bertone.



martes, 15 de mayo de 2018

Admiro a las personas que abrazan con la mirada


Gema Sánchez Cuevas




Admiro a las personas que abrazan con la mirada. Las que sin decir nada, y cuando todo está en silencio, son capaces de acompañar mis momentos más duros. Esas que con el brillo de su mirada transmiten un sinfín de emociones y me ayudan a recoger mis pedazos rotos. Sin exigirme, sin presionarme, tan solo acompañándome.
Mujer con plumas que le tapan el rostroPersonas hogar, personas con magia, personas que se definen por su gran corazón, ese que no les cabe en su pecho. Expertas en despertar calma y especialistas en ayudar a volar, a brillar y a contagiar su luz. Amigas de la bondad y la esperanza, pero sobre todo, del amor hacia los demás.

Las personas que abrazan con la mirada no solo me encantan, sino que las admiro. Son mi ejemplo a seguir y mi más preciado tesoro.


Personas con magia

Admiro su magia, su facilidad para transmitir serenidad, para inspirar y para hacer sentir que cada momento con ellas es único. Son cuidadosas, educadas y con un gran sentido de la responsabilidad y el respeto.
Chico con estrellas y luzA pesar de que abracen con sus miradas y sean expertas en el lenguaje de los gestos, sus palabras siempre aparecen en el momento adecuado. Nunca dicen de más, pero tampoco de menos. Son como una especie de semilla que regalan a los demás, para que en su interior vaya creciendo una bonita flor: la autoestima. Una valoración que solo florecerá si cada uno se encarga de regar y cuidar.


Precisamente su magia es esa, la habilidad de conseguir cosas extraordinarias desde la sencillez y la humildad, sin mostrar su secreto, que no es otro que su sabiduría interior. Su mayor estrategia es el dominio del silencio para generar sentimientos, coser heridas y enseñar a los demás cómo hacerlo. Pero también abrazar desganas, tristezas y desánimos. Su presencia es como un refugio porque son artífices de un manto invisible de calma y seguridad, sensaciones unidas por los hilos del afecto.
“Hay personas mágicas. Te lo prometo, las he visto. Se encuentran escondidas por todos los rincones del planeta. Disfrazadas de normales. Disimulando su especial forma de ser. Procuran comportarse como los demás. Por eso, a veces, es tan difícil encontrarlas. Pero cuando las descubres ya no hay marcha atrás. No puedes deshacerte de su recuerdo. No se lo digas a nadie, pero dicen que su magia es tan fuerte que si te toca una vez, lo hace para siempre”.
-Autor/a desconocido-

Especialistas en traer luz a los días nublados

Las personas que abrazan con la mirada no solo se distinguen por su magia, también su luz es un signo que las identifica. Esa radiación de bondad que brilla a kilómetros de distancia y que hasta con los ojos cerrados puede sentirse por su profunda intensidad, por la vibración interior que provocan.
Son especialistas en detectar los días nublados de los demás, esos en los que escasea la alegría, la motivación se ha marchado y es la tristeza la dueña del ánimo. Lo mejor de todo es que no prometen arco iris, ni fuerzan a ser felices, simplemente escuchan y por supuesto, hacen sentir escuchado, validado y comprendido. Te hacen sentir querido.
Las personas que abrazan con la mirada saben escuchar porque saben que es una de las mejores estrategias para conectar con los demás.

Mano con un corazón
Este tipo de personas iluminan en la oscuridad, pero no nos obligan a encender nuestra luz porque saben que el conocimiento de los días nublados también es necesario. Sin embargo, la contagian. Tanta es su paciencia, su capacidad de dar libertad y margen de error, de empatizar con las historias de los demás, que parecen seres de otro planeta.
Tienen una sensibilidad especial para conectar, para generar confianza e interesarse por los demás. Tan solo hay que mirarlas a los ojos para descubrirlo. “Estoy aquí“, “no te preocupes” son expresiones frecuentes de su mirada, su sello de identidad y el sostén de muchas personas.

Ahora bien, si hay algo que saben muy bien es que a pesar de estar ahí, nunca van a hacer nada en detrimento del crecimiento de los demás. Por esta razón, no van a sobreproteger ni a provocar la evitación o la huida, son más bien del pensamiento de que, una vez reconstruida, la persona es la que tiene que continuar su camino.
“Hay que fijarse en los detalles. Ellos siembran nuestra vida de piedrecitas que nos guían”.
-Katherine Pancol-
Las personas que abrazan con la mirada son ese tipo de personas inolvidables. Lo mejor que podemos hacer con ellas es cuidarlas, regalarles nuestro tiempo y, por supuesto, valorar lo que hacen. Porque aunque su afecto sea infinito también se merecen recogerlo de nuestra parte. Cuidemos a quien nos cuida, porque se lo merecen y porque también lo necesitan. Además, es la única forma de fortalecer vínculos de acero inolvidable.




viernes, 11 de mayo de 2018

Debería ser obligatorio contar este cuento a todos los niños del mundo

Raquel Aldana
El niño que pudo hacerlo es un cuento que debería ser contado a todos los niños del mundo. La razón es que transmite un potente mensaje: es esencial luchar por conseguir metas y objetivos propios, dejando a un lado a las voces que atentan contra la ilusión.
Niño ayudando a otroEsta adaptación de un cuento popular realizada por Eloy Moreno debería ser contada a todos los niños del mundo. Porque El niño que pudo hacerlo, es un cuento que empodera, que refleja la realidad de la vida en la constitución y nutrición de nuestros sueños.

El cuento se aleja del mensaje excesivamente optimista de “Si quieres, puedes”. Porque querer no siempre es poder y eso debe quedarnos claro desde la infancia para no caer en la prisión de la exigencia del imposible.

La capacidad de analizar de manera realista nuestras posibilidades es lo que construye de manera saludable nuestra autoestima, por eso es necesario que anticipemos el puedo al quiero y nos movamos solo por el onírico y mágico impulso del afán de superación.
No queremos niños que tengan que ser perfectos… porque no queremos cultivar la soberbia; queremos niños que se quieran y confíen en sí mismos y en su potencial; que sepan, en definitiva, que a ser ellos mismos nadie les ganará.

El cuento: El niño que pudo hacerlo

Dos niños llevaban toda la mañana patinando sobre un lago helado cuando, de pronto, el hielo se rompe y uno de ellos cae al agua. La corriente interna lo desplaza unos metros por debajo de la parte helada, por lo que, para salvarlo, la única opción era romper la capa que lo cubría.
Su amigo comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero al ver que nadie acudía buscó rápidamente una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas.
Niños interioresGolpeó, golpeó y golpeó, hasta que consiguió abrir una grieta por la que metió el brazo para agarrar a su compañero y salvarlo. A los pocos minutos, avisados por los vecinos que habían oído los gritos de socorro, llegaron los bomberos. Cuando les contaron lo ocurrido, no paraban de preguntarse cómo aquel niño tan pequeño había sido capaz de romper una capa de hielo tan gruesa.
-Es imposible que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente ¿cómo ha podido conseguirlo? -comentaban entre ellos.
Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos.
-Yo sí sé cómo lo hizo -dijo.
-¿Cómo? -respondieron sorprendidos.
No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

Los niños, los sueños y nuestro papel en la construcción de su autoestima

A partir de dos grandes pilares nos desarrollamos y damos rienda suelta a nuestra capacidad de superación. Es decir, cuando somos pequeños, lo que los demás nos digan no solo supone un freno o una estimulación, sino que conforma nuestra identidad y la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Niños en globo pensando en un cuentoComo adultos tenemos un papel principal y esencial en la construcción de la autoestima de los pequeños. Por su parte, ellos son como esponjas y absorben con facilidad aquello que observan y aquellos mensajes que les transmitimos. Todos los niños están hechos de un material delicado, inocente, quebradizo, onírico, magnífico. Son mentes burbujeantes que transforman sus juegos en sueños por crear y aspiraciones por cumplir.
Cuando contemplamos a los niños tenemos que ser conscientes de eso, de que somos sus entrenadores, los responsables de sus ensueños, de sus ganas por vivir, de su autoestima y, en definitiva, de su construcción.
Como sabemos, los cuentos son una de las vías de comunicación con los niños por excelencia. A través de ellos les ayudamos a comprenderse, a manejarse en el mundo, a asumir valores y a crear nuevas experiencias. Este cuento transmite un mensaje que se traduce en la importancia de desarrollar una competencia indispensable para mantenernos en pie en la vida: la resiliencia
.
Resiliencia entendida como fortaleza, persistencia ante las adversidades y manejo del diálogo interno. Es esencial que nos paremos a meditar lo importante que puede ser contar un cuento como este a un niño para asentar de manera sólida las bases de su castillo.

Mensajes como el de este cuento les ayudarán a entretejer sus alas de una manera especial y meditada y les apoyarán a la hora de experimentar con sus capacidades e intereses pero, sobre todo, les ayudarán a desarrollar de la manera adecuada estrategias de autogestión únicas.


lunes, 7 de mayo de 2018

Leer antes de dormir: una costumbre que le encanta a tu cerebro






Valeria Sabater


chica que disfruta de leer antes de dormirMás que una costumbre es un placer. Leer antes de dormir nos libera de un día de preocupaciones. Es un instante privado donde sumergirnos en un mar de letras, en un mundo de posibilidades que nos lleva de la mano y de la mente hacia escenarios emocionantes. Este hábito es uno de los preferidos de nuestro cerebro porque le encanta ser nutrido, estimulado, seducido cada noche…

Hay quien cierra la luz de su mesilla o de habitación al terminar el último capítulo de su libro. Lo hace con esa placidez embriagadora al percibir el peso del sueño pegado a los párpados y la calma en una mente que quizás discurre ya en el mundo de los sueños. Otros, apagan la luz a altas horas de la madrugada tras haber visto unos cuantos capítulos de su serie favorita. Algunos, se dejan caer en la almohada tras estar unas cuantas horas entre redes sociales, correos o grupos de whatsapp.




“Hay solo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro”.
-Ray Bradbury-



Cada cual tiene sus hábitos, sus costumbres y estilo de vida. Sin embargo, lo queramos o no, esas rutinas previas al descanso nocturno determinan en muchos casos nuestra calidad de vida. Si leer antes de dormir ha sido desde siempre una tradición milenaria y habitual, en los últimos tiempos es algo en peligro de extinción.

Que esto sea así no es solo una auténtica pena. Es un modo de descuidar nuestra salud y la de nuestro cerebro. Veámoslo con detalle.


Leer antes de dormir y sus insospechados beneficios


Darnos una ducha relajante, ponernos ropa cómoda, prepararnos una buena infusión y después irnos a la cama con un libro, es algo simple, económico y gratificante. Aún más, puede incluso cambiarnos la vida en muchos sentidos.


persona con calcetines representando el arte de disfrutar al leer antes de dormirPara quien piense que esto es poco más que una exageración, basta saber lo que nos dice la ciencia al respecto. Leer antes de dormir es a fin de cuentas una sencilla forma de felicidad a la que no deberíamos renunciar.

Una forma de relajación muy efectiva


Un estudio llevado a cabo por la organización “The Sleep Council” de Reino Unido, concluyó con algo muy interesante. A saber, leer entre media hora o una hora justo antes de acostarnos, reduce de manera significativa nuestros niveles de estrés.

  • La mente se distrae y se aleja de nuestras presiones cotidianas. Le ofrecemos un escenario donde liberarse, sentirse segura y relativizar.
  • Asimismo, se ha podido demostrar que nuestros músculos también se relajan. Es más, nuestra respiración se ralentiza y se vuelve más rítmica.
  • La lectura es para los expertos la mejor alternativa ante la televisión o los dispositivos electrónicos. Estos últimos “engañan” al cerebro haciéndole pensar que aún es de día. Todo ello se debe a la luz azul, la cual reduce de forma directa la producción de melatonina.



Mejora nuestra resistencia cognitiva


A pesar de que en la actualidad aún no tenemos ninguna cura ante las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, hay un aspecto que sí tenemos a nuestro favor. La posibilidad de entrenar nuestro cerebro para hacerlo más resistente, más fuerte ante el declive cognitivo.

niño con su perro que disfruta de leer antes de dormirUn modo de lograrlo es leyendo. Si además adquirimos el hábito de leer justo antes de dormir, optimizaremos aún más nuestros procesos cerebrales. Gestionaremos mejor el estrés, dormiremos mejor, estimularemos la memoria, la agilidad mental, la imaginación… Vale la pena tenerlo en cuenta.

Un impulso a nuestra creatividad


Un cerebro relajado impulsa a la mente creativa. Una persona que noche tras noche se alimenta de historias, aprendizajes, relatos, posibilidades y fabulosos descubrimientos, impulsa aún más su inventiva, su originalidad y posibilidad de creación. Así, expertos en psicología de la lectura como Keith E. Stanovich, de la Universidad de Toronto, nos señalan a su vez, que pocas rutinas pueden ser tan beneficiosas para nuestros niños.

No solo mejoramos su cultura, vocabulario y habilidades expresivas, además, desarrollamos su pensamiento abstracto.

Mejorará tu empatía


Raymond Mar, psicólogo de la Universidad de York en Canadá, es una de las personas que más trabajos y estudios ha aportado para defender la siguiente premisa: la lectura nos ayuda a ser más empáticos. Las novelas, las narraciones nos ofrecen una oportunidad única para desarrollar esta capacidad. Nos identificamos con los personajes, sufrimos con ellos, reímos y amamos a su lado…

Todo ello deja marca, todo ello nos invita a mejorar mucho más nuestra capacidad empática. Asimismo, y por curioso que nos parezca, el hecho de leer antes de dormir mejora aún más este proceso. A estas horas nos focalizamos mucho más en nuestras lecturas, estamos más centrados para captar esas emociones, para hacerlas más vívidas en nuestro cerebro.


Mayor calma interna


Pocas cosas pueden ser más negativas que irnos a la cama de mal humor. Enfadados por un día de trabajo complicado. Incómodos por alguna desavenencia con nuestra pareja, preocupados por las noticias, por eso que nos pasó ayer, por eso que debemos hacer mañana.

Chico leyendo en la camaUno modo de “romper” con el ciclo de la preocupación es a través de un libro. Leer antes de dormir es como coger un billete directo hacia una isla de paz. Es permitirnos ser alguien diferente, con otras rutinas, otras pieles y otras misiones. Solo durante media hora o dos horas, nos podemos permitir conectar con ese universo paralelo para descansar de la realidad.

Hacerlo, regalarnos esos instantes diarios de paz, es entrenar a nuestro cerebro en el arte de la calma y la relajación. No dudemos por tanto en practicar este ejercicio cada noche, vale la pena y vale la salud. Cojamos un libro de papel (no electrónico) y dejemos que nos lleve ahí donde él desee.