sábado, 7 de julio de 2018

Frases sobre la lectura

La lectura es esencial para el cerebro y para el aprendizaje, de ahí que, durante años, escritores, filósofos y autores de todas las épocas hayan lanzado sus particulares proclamas en pos de la lectura.

 Sarah Romero

Lectura
Reunimos algunas frases célebres sobre la lectura que, seguramente, te inciten a coger un libro y dejar volar tu imaginación.

"La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace preciso". Francis Bacon, escritor y filósofo.

"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes Saavedra, escritor español.

"Leer es equivalente a pensar con la cabeza de otra persona en lugar de con la propia". Arthur Schopenhauer.

"Tenía nueve años cuando me enteré de los tres incendios de la biblioteca de Alejandría y me eché a llorar". Ray Bradbury, escritor autor del libro Farenheit 451.

"Escribe algo que merezca la pena o lee algo que merezca la pena". Benjamin Franklin.

"Que otros se enorgullezcan por lo que han escrito, yo me enorgullezco por lo que he leído". Jorge Luís Borges, escritor.

"Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros". Franz Kafka, escritor.

jueves, 21 de junio de 2018

16 preguntas que nunca te atreviste a hacer en voz alta (y sus respuestas)

Nunca hay preguntas tontas

Jaime Rubio Hancock

De niños no tenemos ningún problema en hacer toda clase de preguntas. Lo malo es que muchas quedan sin contestar y otras tantas se nos ocurren ya de mayores, cuando nos da algo de vergüenza pronunciarlas en voz alta. A mi edad, ¿no debería saber ya por qué el cielo es azul? ¿No es normal que un huevo tenga forma de huevo, al ser un huevo? Por culpa de esta vergüenza nos estamos perdiendo las respuestas -que no son, ni mucho menos, tan obvias como puede parecer- y las ganas de formular más preguntas. Aquí van algunas de ellas, con enlaces que amplían la información.

1. ¿Por qué a veces vemos la Luna cuando es de día?
La Luna sólo se encuentra en posición totalmente opuesta al Sol durante la luna llena: en el momento máximo de esta fase, resulta imposible ver la estrella y el satélite a la vez en el cielo.
Durante el resto del mes, en teoría se podría ver la Luna de día, ya que es lo suficientemente brillante como para verse en el cielo azul. De hecho y con un telescopio apuntando al lugar correcto, también podríamos ver Mercurio, Venus y Jupiter, además de las estrellas más brillantes, según explica Space.
Al entrar en fase menguante, la Luna irá apreciendo por el horizonte cada vez más tarde y por eso vemos la Luna de madrugada y por la mañana, como detallan en RTVE. Al llegar a la luna nueva, el satélite se alinea con el Sol y no la podemos ver desde la Tierra al estar ensombrecida por su resplandor. En cuarto creciente, veremos la Luna al atardecer.

2. ¿Por qué el cielo es azul?
El color del cielo se debe a la dispersión de Rayleigh, tal y como se puede leer en Why Don’t Penguins’ Feet Freeze? ("¿Por qué no se congelan las patas de los pingüinos?"), de Mick O’Hare. La luz que llega del sol entra en la atmósfera y se dispersa en todas las direcciones. La luz azul tiene una longitud de onda más corta, por lo que se dispersa más que las luces rojas y amarillas, dándonos la impresión de que ocupa todo el cielo.
Este proceso también explica que veamos el cielo rojo al anochecer y el amanecer. Como el Sol está bajo en el horizonte, la luz ha de atravesar un tramo mayor de la atmósfera para llegar a nosotros, por lo que la luz azul se pierde antes y nos llega la roja.
3. ¿Por qué el cielo es negro de noche?
Aunque parece una pregunta bastante obvia, no lo es tanto si tenemos presente la paradoja de Olbers, formulada por el físico alemán Heinrich Wilhelm Olbers en 1823: en un universo estático e infinito, el cielo nocturno debería ser totalmente brillante sin regiones oscuras o desprovistas de luz, ya que habría una estrella en cada dirección en la que miráramos.
Scientific American explica la solución a esta paradoja: aun dando por hecho que el universo tenga un tamaño infinito, sabemos que no tiene una edad infinita, por lo que aún no nos ha llegado la luz de las galaxias más distantes. “Nunca podemos ver la luz de estrellas y galaxias de todas las distancias a la vez: o la luz de los objetos más distantes no nos ha alcanzado o, si lo ha hecho, ha tenido que pasar tanto tiempo que los objetos cercanos se habrán agotado y apagado”.

4. ¿Por qué las nubes oscurecen antes de empezar a llover?
Las nubes pasan de ser blancas y esponjosas a grises casi negras porque absorben más luz. En Why Don’t Penguins’ Feet Freeze? ("¿Por qué no se congelan las patas de los pingüinos?") se explica que cuando las nubes aparecen blancas es porque la luz blanca se dispersa gracias a las pequeñas partículas de hielo y agua que las componen. Antes de llover, estas partículas son mayores, por lo que absorben más luz y reflejan menos, apareciendo de un color más oscuro.

5. Cada generación es más alta, pero ¿hay algún límite? ¿Acabaremos siendo monstruos de seis metros de alto? Por favor, que la respuesta a esta pregunta sea: "Sí".
Hemos crecido unos 10 centímetros en los últimos 100 años, más o menos y según recoge Martin Gent en 70 preguntas sobre el mundo que nos rodea y sus asombrosas respuestas, gracias sobre todo a “una alimentación más sana y una mejor asistencia médica”.
Pero este crecimiento está próximo a acabarse, según recoge este libro: “Los genes fijan a cada persona un límite máximo de aumento de estatura. En condiciones de vida óptimas este margen genético se puede utilizar entero, pero no superar”. El cuerpo humano tiene sus límites, como explican en BBC Future: una altura excesiva puede provocar problemas cardiovasculares y en las articulaciones.

6. ¿Se puede sudar dentro del agua?
Cuando hacemos ejercicio físico, la temperatura del cuerpo comienza a subir y las glándulas sudoríparas se activan, como explican en Muy Interesante. Eso sí, si el agua está fría, sudaremos menos.

7. ¿Por qué no te puedes hacer cosquillas a ti mismo?
Cuando movemos nuestras extremidades, “el cerebelo produce predicciones precisas de los movimientos de nuestro cuerpo”, por lo que somos incapaces de sorprendernos a nosotros mismos y de hacernos cosquillas: sabemos dónde y cómo nos vamos a tocar, como explican en BBC.

8. ¿A dónde van todas las moscas en invierno?
Las moscas son una de las muchas cosas molestas que llega con el verano, incluyendo el calor, la playa, los pantalones cortos y que a las diez de la noche aún sea de día. Según cuenta BBC, las moscas no lo pasan bien con el frío, pero (evidentemente) tampoco llegan a morirse todas y extinguirse. Estos insectos pasan el invierno en grietas y fisuras en un estado similar a la hibernación, desperezándose en primavera para poner sus huevos. Las larvas suelen vivir en materia en estado de descomposición, que está a mayor temperatura que el ambiente, lo que les permite aguantar.

9. ¿Por qué los pájaros no se caen de las ramas cuando duermen?
De nuevo recurrimos a Why Don’t Penguins’ Feet Freeze?, donde se explica que los pájaros cuentan con un ingenioso sistema de tendones en sus patas: “El tendón flexor va desde el músculo del muslo hasta la rodilla, sigue por la pierna, rodea el tobillo y llega hasta debajo de los dedos”. Esto implica que, en descanso en una rama o en una percha, el mismo peso del pájaro hace que “doble su rodilla y el tendón quede firme, cerrando las garras”.
Carmen Brown / Getty Images
10. ¿Por qué los huevos tienen forma de huevo?
La forma se deriva del proceso de puesta, que deforma la cáscara antes de que calcifique, tal y como explican en Why Don’t Penguins’ Feet Freeze? Aparte de eso, los huevos son bastante más prácticos de lo que puede parecer.
Estas son algunas de las ventajas: si tuvieran esquinas o bordes, la estructura sería más débil; una esfera sería aún más resistente, pero la ventaja de un huevo es que si rueda, tenderá a hacerlo en círculo, al acabar en punta, por lo que es difícil que caiga del nido o se aleje demasiado; la forma también es más cómoda que un cilindro o una esfera a la hora de empollar; cuando hay varios huevos, se pueden guardar de forma eficiente en el nido, dejando poco aire entre ellos y conservando el calor.

11. ¿Por qué los caramelos de menta hacen que el aliento parezca frío?
Se trata de una ilusión térmica: el mentol engaña a nuestro cerebro, como explican en Mental Floss. Nuestros receptores TRPM8 responden a los estímulos del frío, como al comernos un helado o al beber un refresco. En la presencia de sustancias como el mentol y el eucaliptol, estos receptores también se estimulan, no sólo dando esta impresión sino también potenciando la sensibilidad al frío. Como añaden en Hipertextual, el mentol provoca además cierta sensación anestésica, lo que unido a la sensación de frescor, nos ayuda a respirar. Y eso que ni siquiera abre las vías respiratorias.

12. ¿Por qué usan una puntuación tan rara en el tenis?
No, en serio, ¿por qué 15 a nada y no 1 a 0? ¿De dónde vienen esos "15, 30, 40, juego"? En inglés además ni siquiera se dice "nada", sino “love”. A eso hay que añadir el deuce y la ventaja. Un lío que tiene su origen en la Francia del siglo XV, cuando posiblemente se usaban los relojes como marcadores, siendo cada punto un cuarto de hora.
El cambio de 45 a 40 se añadiría para ir sumando después puntos de diez en diez en caso de empate a tres (el deuce) y poder contar así la ventaja (50) y el juego (60) con el objetivo de que se ganara con una diferencia de al menos dos puntos. De hecho, si de ventaja se pasaba de nuevo a deuce, el reloj volvía a 40.
No es la única explicación propuesta: esta puntuación también se asocia al jeu de palme (similar, pero sin raqueta y con mano). Se jugaba en un campo que medía 90 pies en total, con 45 en cada lado. Cada vez que marcaba quien sacaba, podía adelantar 15 pies para el siguiente saque. La tercera vez sólo adelantaba 10 pies, llegando a los 40.
El hecho de que los ingleses digan "love" en lugar de "nada" es posiblemente una mala pronunciación de "l’oeuf", el huevo en francés, tal y como se recoge en este vídeo (en inglés) que también da respuesta a esta pregunta. Sí, los franceses solían decir "huevo" porque se parecía a un cero.

13. ¿Por qué las galletas se ponen blandas y el pan se pone duro?
Las galletas contienen más azúcar y sal que las barras de pan, explican en Why Don’t Penguins’ Feet Freeze?, por lo que la galleta absorbe más humedad del ambiente, humedad que su textura densa ayuda a mantener. Una barra de pan tiene menos azúcar y sal, además de una estructura más abierta, por lo que no sólo no absorbe, sino que pierde humedad. Por cierto, poner el pan en la nevera no frena este proceso.

14. ¿Por qué el pegamento no se pega al interior del tubo?
El pegamento necesita humedad para actuar. En el tubo no hay humedad, pero sí hay aire, que actúa como inhibidor: por eso el pegamento engancha muy bien dos superficies que encajan perfectamente, sin dejar aire entre ellas.
Y esto también explica por qué el pegamento se nos engancha a los dedos nada más salir del tubo, como se puede leer, de nuevo, en Why Don’t Penguins’ Feet Freeze?: “Como es cálida y húmeda, la piel es un sustrato ideal”.

15. ¿Por qué febrero tiene 28 días?
Para responder a esta pregunta, nos tenemos que remontar al calendario romano, que tenía diez meses y sólo contaba 304 días. No contaban los 61 días de pleno invierno porque al fin y al cabo no los necesitaban para trabajar en el campo, como recuerdan en Mental Floss. Estos dos meses se introdujeron en el siglo VIII a. C. con el objetivo de llegar a los 355 días al año. Para eso necesitaban que uno de esos meses tuviera 28 días y le tocó al último en llegar. Cada cierto tiempo, se ajustaba el calendario con un mes extra de 27 días llamado Mercedonius. Finalmente, Julio César introdujo el calendario egipcio de 365 días, para lo que, por cierto, el año 46 a. C. tuvo que ser de 445 días. Había algunos errorcillos que cuadrar.
Para ajustarlo aún más, se añadió un día cada cuatro años después del 24 de febrero, que era el día sexto antes de las calendas de marzo. Este día sexto se contaba dos veces, por lo que era "bis sextus", es decir, bisiesto, como relata Virgilio Ortega en Palabralogía.

16. ¿El tiempo se podría acabar?
Si el universo tiene un comienzo, ¿tendrá también un final? ¿Habrá un momento tras el que no habrá un después, como escribe George Musser en Scientific American? Es posible. Según este artículo, “si el universo deja de expandirse y vuelve a contraerse, seguiría un proceso similar al de un big bang al revés -el big crunch-, lo que llevaría a que el tiempo se detuviera”.
Esto llevaría a una pérdida de la direccionalidad y del sentido de la duración, con “fluctuaciones al azar de densidad y energía, causando que los relojes, si queda alguno, vayan adelante y atrás sin ningún orden”.
La dimensión temporal podría convertirse en otra dimensión espacial y los “procesos se convertirán en tan complejos que no se podrá decir que ocurran en lugares y tiempos específicos”. Es decir, “el espacio y el tiempo no darán estructura al mundo”. Todo esto podría pasar dentro de sólo 5.000 millones de años, según un pesimista estudio del físico Rafael Bousso, de la Universidad de Berkeley.
En este contexto, sobrevivir será complicado, pero al menos ya no hará falta madrugar.



domingo, 10 de junio de 2018

EL LABERINTO DE LA LIBELULA - L.J.PRUNEDA | RESEÑA

Con la ilusión de saber que va a resultar de vuestro agrado,  queda a vuetra disposición la interesante y profunda reseña que el conocido youtuber David Lee Libros ha realizado sobre la novela.


lunes, 28 de mayo de 2018

Noche de verano,


 Octavio Paz
 Resultado de imagen de noches de verano octavio paz

Pulsas, palpas el cuerpo de la noche,
verano que te bañas en los ríos,
soplo en el que se ahogan las estrellas,
aliento de una boca,
de unos labios de tierra.

Tierra de labios, boca
donde un infierno agónico jadea,
labios en donde el cielo llueve
y el agua canta y nacen paraísos.

Se incendia el árbol de la noche
y sus astillas son estrellas,
son pupilas, son pájaros.
Fluyen ríos sonámbulos.
Lenguas de sal incandescente
contra una playa oscura.

Todo respira, vive, fluye:
la luz en su temblor,
el ojo en el espacio,
el corazón en su latido,
la noche en su infinito.

Un nacimiento oscuro, sin orillas,
nace en la noche de verano,
en tu pupila nace todo el cielo.


domingo, 27 de mayo de 2018

¿Por qué los músculos de las piernas se debilitan y achican a medida que nos hacemos viejos?

 

Aunque este es un mal que afecta a todos los seres humanos en algún momento de su vida, no existen muchas explicaciones acerca de por qué ocurre.


Uno de los síntomas propios del envejecimiento es el deterioro de los músculos, especialmente los de las piernas. Con el pasar de los años estos se tornan más pequeños y adquieren mayor debilidad, haciendo que sintamos molestias en tareas cotidianas como subir escaleras o levantarse de una silla.
Aunque este es un mal que afecta a todos los seres humanos en algún momento de su vida, no existen muchas explicaciones acerca de por qué ocurre.

Pero recientemente un grupo de investigadores pudo haber descubierto cuáles son las causas que hacen que las personas mayores experimenten una perdida natural del musculo.
Aparentemente tiene su origen en una pérdida de nervios.
Para el estudio se realizaron pruebas a 168 hombres. Los resultados revelaron que los nervios que se encargan de controlar el movimiento de las piernas disminuyen un 30% a partir de los 75 años.
Pero en los atletas había mayor posibilidad de que los músculos, que se “consumen” con la edad, fueran “rescatados” tras una reconexión de nervios.
Dicha investigación fue publicada en Journal of Physiology, la revista de salud.
Imágenes de resonancia magnética de una persona de 23 años y otra de 78 muestran la perdida de músculo: el hueso del fémur se encuentra en la mitad creando un anillo negro, mientras los músculos aparecen en gris y la grasa en blanco.

Pérdida de nervios

Un adulto joven tiene alrededor de 60.000 y 70.000 nervios que controlan el movimiento de las piernas, así lo detalló  Jamie McPhee, científico de la Universidad Metropolitana de Manchester, Reino Unido.
Pero luego de realizar algunas pruebas determinó que este número disminuye significativamente cuando estamos en una edad avanzada.
La pérdida de los nervios que controlan los músculos es “dramática”, afirmó el investigador, cuyo porcentaje se ubica entre el 30% y hasta 60%, que llegan a “consumirse” con la edad.
La causa principal, detalló McPhee, es que los músculos no reciben una correcta señal del sistema nervioso para enviarles la orden de que se contraigan. Cuando eso no ocurre, es más difícil movernos.
El estudio se realizó en conjunto con expertos de otras dos universidades: la de Waterloo, en Canadá, y la de Manchester, en Reino Unido.
El tejido muscular se estudió usando IRM (imágenes de resonancia magnética), para obtener mayor detalle. Por otro lado se midió cuál era la cantidad exacta de actividad eléctrica que pasa por un músculo.
Pero no todo el panorama es malo. Los músculos sanos tienen su propio sistema de protección, que hace que los nervios envíen nuevas conexiones para rescatarlos.
Los nervios pueden enviar nuevas conexiones para rescatar los músculos y evitar que se agoten.
Esto probablemente pueda ocurrir con mayor éxito en personas que tengan grandes músculos y que, por supuesto, estén sanos.
Aunque el estudio no aclaró por completo la razón por la que la conexión músculos-nervios se rompe con la edad, profundizar las investigaciones sobre la pérdida de masa muscular puede ayudar a revertir este tipo de afecciones en un futuro.


Una isla llamada Silencio



 L.J. Pruneda


Silencio

¿Qué es el silencio?

¿Qué queremos decir cuando nos callamos?

¿Qué significa tu silencio?

Una y cien veces me hago estas preguntas y me ahogo en un manantial de interrogantes sin respuestas.



Resultado de imagen de Una isla llamada silencioMuchas veces ese silencio es solo una mudez buscada con la intención de proporcionar un mínimo de estabilidad a nuestras vidas, una seguridad que no siempre sentimos. Un espacio sin novedades que nos permite disfrutar de un instante de paz,  y así albergar una necesitada dosis de reflexión y equilibrio.



Cuando advierto tú silencio, éste me agita por dentro y llena mi alma de irreflexiva angustia. Me asfixio en un lago de palabras carentes de sonido.



El silencio cotidiano me envuelve, me protege y me permite tener presente la realidad. Las ideas parecen fluir de forma natural. La mente se torna  creativa, me arropa creando un halo de moderación interior.



Tu silencio, ese mutismo que maldigo, origina en mí un vacío que desangra mi interior. Y entonces te echo de menos, y ahogo todas mis miserias en una piscina de soledad, y grito tu nombre esperando oír tu respuesta, y una y mil veces me siento vencido, vencido por tu silencio.

Miro con nostalgia el paisaje en busca de perpetuar tu mirada sobre el tapiz verde de la hierba. Me baño bajo una llovizna de estrellas que un día fueron espectadoras privilegiadas de nuestro amor. Tu callada se convierte en una noche fría y oscura de invierno.

Me recojo, mendigo sentirme protegido,  mi corazón no consigue respirar ante tu abandono,



Silencio. Sí, en él me pierdo en busca de la intimidad de mis días, él es quien me preserva y colma de cordura. Cordura que luego pierdo a los pies de tu mutismo.

Busco una llamada, un gesto, un guiño que me permita soñar con tu excitante piel y el secreto de tus palabras. Palabras que han quedado ahogadas en la soledad del olvido.  Sí, tu silencio que un día más me sobrecoge y atormenta.



Silencio.

Me refiero a esa ausencia de palabras que fueron cómplices de nuestro amor invadiendo nuestras vidas de significado. Silencio que se transformaba en conversación con el tacto de nuestra piel, con el sabor de tus labios, con el brillo de tus ojos, y que ahora, se ha convertido en un fanático puñal, que atraviesa y urde en mis entrañas hasta permitir que se desangre de soledad mi corazón.

Tu silencio que me ha convertido en un náufrago dentro de la propia isla de mi vida, y en los momentos de lucidez me ayuda a reflexionar una y otra vez sobre las mismas dudas…



¿Qué es el silencio?

¿Qué significa tu silencio?



No estás, y si estás no respondes. Te sumerges en un baño de espumoso silencio con aroma a olvido, y es ese maldito silencio el que me atrapa, me abofetea, me envuelve y arrebata todo ensueño, arrojándome sin piedad al fuego abrasador de mis ideas.



Escucho totalmente quieto y entonces lo veo, lo palpo, lo siento… ese ahogado silencio que añoro y al que doy cobijo construyendo castillos y fuegos de artificio que estalla con los colores del reflejo de  la  ilusión, albergando ideas y esperanzas de momentos pasados a tu lado.



Tu silencio.

Vacío y dolor.

Mar de lágrimas saladas que empapa mi alma.

Sangre y fuego que calcina mi corazón.



Silencio.

Vacío rotundo de ti, vacío que exige un espacio para recuperar mis días de tu inexorable ausencia.

¡Eso es!... Tu ausencia.

Tu ausencia me llena de silencio.

El silencio que me ayuda a sobrellevar tu ausencia.