Aunque este es un mal que afecta a todos los seres humanos en algún momento de su vida, no existen muchas explicaciones acerca de por qué ocurre.
Uno
de los síntomas propios del envejecimiento es el deterioro de los
músculos, especialmente los de las piernas. Con el pasar de los años
estos se tornan más pequeños y adquieren mayor debilidad, haciendo que
sintamos molestias en tareas cotidianas como subir escaleras o
levantarse de una silla.
Aunque este es un mal que afecta a todos
los seres humanos en algún momento de su vida, no existen muchas
explicaciones acerca de por qué ocurre.
Pero recientemente un grupo de investigadores pudo haber descubierto cuáles son las causas que hacen que las personas mayores experimenten una perdida natural del musculo.
Aparentemente tiene su origen en una pérdida de nervios.
Para
el estudio se realizaron pruebas a 168 hombres. Los resultados
revelaron que los nervios que se encargan de controlar el movimiento de
las piernas disminuyen un 30% a partir de los 75 años.
Pero en los
atletas había mayor posibilidad de que los músculos, que se “consumen”
con la edad, fueran “rescatados” tras una reconexión de nervios.
Dicha investigación fue publicada en Journal of Physiology, la revista de salud.
Pérdida de nervios
Un
adulto joven tiene alrededor de 60.000 y 70.000 nervios que controlan el
movimiento de las piernas, así lo detalló Jamie McPhee, científico de
la Universidad Metropolitana de Manchester, Reino Unido.
Pero
luego de realizar algunas pruebas determinó que este número disminuye
significativamente cuando estamos en una edad avanzada.
La pérdida
de los nervios que controlan los músculos es “dramática”, afirmó el
investigador, cuyo porcentaje se ubica entre el 30% y hasta 60%, que
llegan a “consumirse” con la edad.
La causa principal, detalló McPhee, es que los músculos no reciben una correcta señal del sistema nervioso para enviarles la orden de que se contraigan. Cuando eso no ocurre, es más difícil movernos.
El
estudio se realizó en conjunto con expertos de otras dos universidades:
la de Waterloo, en Canadá, y la de Manchester, en Reino Unido.
El
tejido muscular se estudió usando IRM (imágenes de resonancia
magnética), para obtener mayor detalle. Por otro lado se midió cuál era
la cantidad exacta de actividad eléctrica que pasa por un músculo.
Pero no todo el panorama es malo. Los músculos sanos tienen su propio sistema de protección, que hace que los nervios envíen nuevas conexiones para rescatarlos.
Esto probablemente pueda ocurrir con mayor éxito en personas que tengan grandes músculos y que, por supuesto, estén sanos.
Aunque
el estudio no aclaró por completo la razón por la que la conexión
músculos-nervios se rompe con la edad, profundizar las investigaciones
sobre la pérdida de masa muscular puede ayudar a revertir este tipo de
afecciones en un futuro.
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