AC/DC ha construido una forma de entender el rock basada en la constancia y la contundencia.
Nunca persiguió modas ni discursos: eligió repetir una idea hasta hacerla irrefutable. Guitarra incisiva, ritmo férreo y una voz llevada al límite, siempre al borde, siempre reconocible.
Su música no pretende convencer ni explicar nada. Avanza. Golpea. Permanece. Cada canción funciona como una pieza bien ajustada, pensada para durar, para ser tocada una y otra vez sin desgaste emocional.
AC/DC es fidelidad a un principio sencillo: tocar sin concesiones, sostener el pulso y no mirar atrás. Y en esa insistencia, casi obstinada, encontró su verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario