sábado, 10 de marzo de 2018

¿Por qué la costumbre de comer palomitas de maíz en el cine?

¿Te gusta ir al cine? ¿En qué piensas cuando vas al cine? ¿Qué es lo primero que compras después del boleto de entrada?


El cine, llamado séptimo arte, es sin duda una de las costumbres más ligada a la cotidianidad de todos. Nos permite relajarnos, distraernos, disfrutar, ir a otros lugares, presenciar combates, historias de amor,  y tantas cosas más. Ir al cine refresca nuestra vida. Pero, cuando vas al cine no solo piensas en películas, también piensas en palomitas de maíz. Ver una película si tus palomitas de maíz es una experiencia incompleta. ¿A qué se debe eso?

Es curioso, pero es una pregunta que es interesante hacerla. ¿Por qué asociamos las palomitas de maíz con las películas en el cine? La razón se remonta a 1939 y lo que se conoció como la Gran Depresión. La Gran Depresión se debió al colapso bursátil de Wall Street, lo que a su vez trajo catástrofes financieras. Hombres quedaron en la quiebra. Familias enteras lo perdieron todo. Se habla de innumerables suicidios. Y toda esa situación hizo del cine una vía de escape de la dura realidad por la que se travesaba.

En esa época las entradas al cine eran accesibles. Así que se convirtió en el lujo que podía permitirse todo aquel que había quedado en la banca rota para así distraerse de las penas.

palomitas de maíz en 1930

Para ese momento las palomitas de maíz se comían en espacios abiertos como los parques y los circos, ya que en las salas de cine se consideraba de mal gusto por ser un espacio cerrado. Sin embargo, para cuando los cines se volvieron populares, los vendedores de maíz decidieron emigrar también a los cines para incrementar sus ventas, De esa forma se volvió una alimento predilecto para consumir mientras se veía las películas.

Además, el maíz era un alimento abundante en Estados Unidos, así que se conseguía a muy bajo costo y se vendía también a precios accesibles, precios que la mayoría se podía permitir pagar pese a la lamentable situación económica.

También se suma a lo anterior el hecho de que la Segunda Guerra Mundial hizo difícil la obtención de la azúcar y por lo tanto el caramelo, que también se consumía fácilmente comenzó a escasearse, lo que impulsó todavía más el consumo de las palomitas de maíz.

2 comentarios:

  1. Puede, que el "ruidito" moleste a unos pocos, pero yo..
    Ir al cine y no cogerme mis palomitas, soy incapaz!
    No es lo mismo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Y que ruidito con tan buen olor y sabor!

    ResponderEliminar